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Image by Sugar Bee

POR QUÉ LA NECESIDAD DE UNA INTEGRACIÓN DEL CAMINO

El Camino puede ser un viaje transformador, puede aportar una sensación de paz y claridad mental
Puede suscitar preguntas en algunos, despertar cambios interiores en otros. Puede ser intenso e impredecible, profundamente movilizador, difícil de explicar. 
 

El Camino es como una semilla, un brote de pensamientos y sentimientos que nace en nuestro interior a medida que damos un paso tras otro. Sin embargo, si no damos espacio y escucha a esa semilla, permanecerá como tal y pronto se convertirá en un recuerdo, por maravilloso que sea, pero estático y lejano en el tiempo. 
 

Por eso el proceso de integración es un paso clave en la fase post-Camino. Acabará transformando la semilla en un elemento intrínseco y fundamental de nuestro ser, produciendo un cambio duradero y permanente. 

 

En daur the middle door, la intención es ayudarte en la fase inicial de tu proceso de integración. En primer lugar, ofreciéndote un espacio dedicado al enraizamiento y la introspección. En segundo lugar, guiándote suavemente en algunas actividades para fomentar una reconexión consciente con el Camino, utilizando diversas herramientas como la escritura, el arte, el movimiento corporal. El uso de múltiples lenguajes expresivos puede ayudar a que afloren diferentes aspectos, más allá de la interpretación racional, fomentando una exploración más completa y auténtica de sí mismo.

LA HISTORIA DETRÁS DAUR

Daur es el nombre celta del roble y es la antigua raíz de la palabra inglesa "door" - puerta. Los celtas consideraban el roble el árbol más sagrado, también llamado Árbol de la Vida, que simboliza la experiencia, la sapiencia, la fuerza y el renacimiento.


En sus representaciones más comunes, el Árbol de la Vida suele representarse con las ramas y las raíces conectadas entre sí, simbolizando la relación entre el cielo y la tierra, el cuerpo y la mente y el carácter cíclico de la vida. Además, el roble se consideraba una puerta entre este mundo y el otro.


La puerta en sí tiene un fuerte valor simbólico: es una alegoría de la transición, del paso de un estado a otro. La puerta representa el comienzo de lo nuevo, al tiempo que encarna la idea del final.

 

Como tal, daur the middle door también se presenta como un umbral, un lugar de final y principio, la puerta entre el Camino y el post-Camino, entre los pasos que has recorrido hasta ahora y los que te quedan por delante. Entre la vida antes y después del Camino.

 

Todo esto, en un punto de encuentro entre la solidez de las montañas, la fuerza de las olas y la inmensidad del cielo abierto.

CONOCER AL EQUIPO

Foto Ilaria

Fundador, Facilitador de Taller & Peregrina

Ilaria Dal Maso

Ilaria cursa actualmente un máster en Neurociencia Aplicada en el King's College de Londres. Su objetivo es utilizar los conocimientos sobre el funcionamiento del cerebro para crear un puente entre la ciencia y la espiritualidad, tratando de conciliar la medicina occidental con las filosofías orientales. Sus intereses giran en torno a la salud mental, con especial atención a la integración de distintas prácticas en la vida cotidiana. 


Nacida y criada en una zona rural del norte de Italia, Ilaria trabajó en el sector financiero durante más de 10 años. Impulsada por un deseo de investigación interior, dejó su trabajo corporativo en 2022 y se embarcó en un año sabático. Durante este tiempo, profundizó en el conocimiento de diversas prácticas espirituales y, entre otras cosas, recorrió el Camino de Santiago. Esta experiencia fue decisiva en su proceso de descubrimiento personal y encendió en ella el deseo de apoyar a otros peregrinos en su viaje individual.

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Ilaria practica yoga desde los 16 años, toca el piano desde los 3 y ha practicado ballet durante casi 10 años. Es creativa con un lado pragmático, le encanta el aire libre, los conciertos y explorar lugares religiosos de todo el mundo. 

foto nadia

Profesora de Yoga, Fisioterapeuta & Peregrina

Nadia Glarey

Nadia nació y creció en los Alpes italianos, donde vivió hasta los 20 años. Profundamente apasionada por la naturaleza y sus montañas, se convirtió en monitora de esquí a los 19 años. Se graduó como fisioterapeuta en Turín en 2011, antes de empezar a viajar por Asia (India, Nepal, Tailandia), México, Nueva Zelanda... Fue durante este período que comenzó a acercarse a las prácticas de yoga y meditación, con un enfoque en la conexión entre el cuerpo y la mente.


En 2018, se convirtió en profesora de yoga en Kerala, India, y unos años más tarde completó con éxito un Máster en Meditación y Neurociencia en la Universidad de Udine. Senderista experimentada, en 2022 recorrió el Camino de San Francisco en Italia, conectando Asís con Roma a lo largo de 300 km, y en 2023 hizo realidad su sueño de recorrer el Camino de Santiago. 
 

Nadia es una investigadora constante en el mundo del bienestar psicofísico. Le encanta cocinar y, tras varios cursos de cocina por todo el mundo, recientemente ha empezado a acercarse a la macrobiótica con curiosidad y pasión. Por último, le encanta llevar mochila y zapatos de peregrina, siempre dispuesta a escuchar y acoger las historias de los demás y a compartir su propia experiencia.

Foto Zen
Foto Lulú

El perro guardián

Zen

Con 10 años pero la agilidad de una adolescente, el zen es el primer amor de Nadia. 
A cambio de unos mimos, te enseñará los beneficios de los estiramientos por la mañana: la posición del "perro boca abajo" es, de hecho, su especialidad. 

 

Amante del queso, cuando ella esté cerca no necesitarás aspiradora después de comer. Nacida en Sicilia y criada en los Alpes italianos, Zen es una viajera del mundo a la que le encanta explorar olfato a olfato.

El gato leon

Lulú

A los 4 años, Lulú robó el corazón de Nadia un día de otoño, cuando ésta lo rescató de una granja. 
A pesar de que uno de sus pasatiempos favoritos es tumbarse bajo la estufa de leña en invierno, siguió a su mamá hasta el océano.

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Espíritu libre, tranquilo y sosegado, sus pasiones son la meditación, cazar lagartijas y las galletas. Si tiene suerte, podrá disfrutar del privilegio de tenerlo en tu falda durante unos minutos.

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